sábado, 24 de mayo de 2014

Modest Músorgski: Escena de la Coronación de Boris Godunov

Gala de Inauguración de la Ampliación del Teatro Mariinski
(2 de mayo de 2013)
 


Boris Godunov, monumental obra completada en 1868 y estrenada en 1874 después de importantes modificaciones, presenta un tratamiento de los coros muy original desde el punto de vista musical y dramático y ha sido muy admirada por su enfoque psicológico y su evocación del pueblo ruso.

En 1896 esta obra fue reorquestada y rearmonizada por Rimsky-Kórsakoff en la versión más conocida hasta hace algunos años, si bien existen otras versiones, por ejemplo la de Dimitri Shostakóvich. Aunque la intención de Rimsky-Kórsakoff fuera loable, eliminó muchos de los detalles armónicos y orquestales considerados hoy como los más interesantes y característicos de esta obra, por lo que actualmente los directores optan por interpretar la obra original de Músorgski.

La ópera trata de la coronación de Boris, su conciencia culpable, las relaciones con sus hijos y su muerte, así como de Dimitri, que aquí es descrito como un monje fugitivo, sus relaciones con la princesa Marina y su pretensión al trono. Otro de los protagonistas es el Pueblo, maltratado por los cambios políticos, obligado a alegrarse y vitorear cuando lo ordenan los soldados, deshechos por salvajes actuaciones de una justicia burda, y en donde aparece la patética figura del simple (o el idiota).

La escena de la Coronación se desarrolla en el Prólogo de Borís Godunov. Ante el monasterio de Novodevichy, en Moscú, el pueblo, obedeciendo las órdenes de los soldados, se lamenta amargamente. Dentro del monasterio se encuentra Boris Godunov, quien como acaba de declarar Schelkalov, secretario del Consejo de Estado, no quiere aceptar el trono, a pesar de los deseos de los nobles y del clero. Llega un grupo de peregrinos y entra en el monasterio. Los soldados ordenan a los congregados que se presenten ante el Kremlin al día siguiente.

Al siguiente día el pueblo está congregado en la explanada del Kremlin. Shuisky vitorea a Boris, que al final ha aceptado su nombramiento, y que ahora se presenta ante la multitud con los atributos de zar. Se dirige al pueblo y sus palabras revelan la turbación de su espíritu. El pueblo le aclama.

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