viernes, 4 de abril de 2014

Wolfgang A. Mozart: Molto allegro de la Sinfonía nº 41 en do mayor, KV 551 "Júpiter"

English Chamber Orchestra
Jeffrey Tate, director

Para Jacinto Torres, en la música de Mozart se resumen prodigiosamente la tradición contrapuntística alemana, la fluidez melódica de la música italiana y la madurez técnica alcanzada por Haydn y los sinfonistas de la escuela de Mannheim. Una clara ilustración de lo anterior se encuentra en la Sinfonía nº 41 en Do mayor «Júpiter», última de las sinfonías del genio de Salzburgo, cuyo movimiento final, Molto allegro, al decir de Jordi Cervelló, «representa no solamente la cumbre de esta sinfonía sino de toda la obra sinfónica de Mozart». Allí, el compositor acopla con enorme acierto y sabiduría la escritura polifónica de los antiguos maestros a la sobria arquitectura de la forma sonata. El ciclo sinfónico de Mozart, comenta Cervelló, concluye con una trilogía de obras maestras formada por tres sinfonías, escritas todas en 1788. En estas obras algunos perciben «un aliento emocional que parece querer despegarse ya del clasicismo». La última de las sinfonías, representa un triunfo luego de la intensa lucha que plantea la sinfonía que la precede. Así fue entendido por muchos, entre ellos J. P. Salomon, empresario alemán radicado en Londres, quien al parecer dio a esta última sinfonía la denominación de «Júpiter» (suprema divinidad de la mitología romana), sintetizando el carácter triunfal, solemne y generoso de la obra.

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