miércoles, 16 de octubre de 2013

J. S. Bach: La Ofrenda Musical, BWV 1079



Pierre Hantai: clave

Marc Hantai: flauta travesera
Manfredo Kraemer: violín
Riccardo Minasi: violín
Bálazs Máté: violoncello
Xavier Puertas: violone

Le Concert des Nations
Jordi Savall, director


El año 1747 Federico II de Prusia, también llamado Federico  «el Grande», invitó a su corte de Sanssouci a Johann Sebastian Bach.  Su hijo Carl Phillip Emmanuel era el clavecinista de la Corte de Federico el Grande, y seguramente coincidiendo con que Bach iba a visitar a su hijo, se produjo el encuentro entre los dos. El rey Federico era muy aficionado a la y él mismo era intérprete de flauta travesera.
Los testimonios que quedan del encuentro se encuentran (más o menos novelados) en la primera biografía de Bach, la de Johann Nikolaus Forkel. Como es bastante curioso, se cita el pasaje completo:
Una noche, en los momentos en que (Federico) preparaba ya su flauta y sus músicos estaban listos para comenzar, un funcionario le trajo la lista de los extranjeros llegados ese día. Con su flauta en la mano echó una ojeada a la lista, y de pronto, dirigiéndose a los músicos allí reunidos, les dijo con acento de cierta agitación: «Señores, el viejo Bach está aquí.» Dejó entonces a un lado la flauta y sin más dilación despachó a alguien para invitar al viejo Bach, que se había apeado en la posada de su hijo, a presentarse en palacio. […] Lo que hace más al caso es que el rey renunció a su concierto de esa noche e invitó a Bach, conocido ya de todos como «el viejo Bach», a probar los fortepianos, hechos por Silbermann, que tenía en varios salones del palacio. Seguido de sus músicos, el rey recorrió todos los salones, invitando a Bach a probar cada uno de los pianos y a tocar en ellos alguna improvisación. Después de probar así varios pianos. Bach le pidió al rey un tema para una fuga, ofreciéndose a ejecutarla de inmediato, sin preparación alguna. El rey quedó admirado de la manera tan sabia como su tema pasó de repente a ser una  fuga; y, probablemente para ver hasta dónde podía llegar ese arte, expresó el deseo de oír una fuga a seis voces obligadas. Pero como no cualquier tema se presta para una armonía tan rica, Bach mismo eligió uno. y al punto, con gran asombro de lodos los circunstantes, lo desarrolló según el deseo del rey, de la misma sabia y magnífica manera como había desarrollado el tema regio.  De regreso ya en Leipzig, Bach trabajó sobre el tema inventado por el rey y escribió piezas a tres y a seis voces, añadió varios pasajes artificiosos en forma estricta de canon, mandó grabar la obra con el título de Musikalisches Opfer (Ofrenda Musical), y se la dedicó al inventor.
Según ciertas afirmaciones, improvisar una fuga a seis voces sin preparación podría compararse, por decir algo, a jugar con los ojos vendados sesenta partidas simultáneas de ajedrez y ganarlas todas.
Tras el encuentro de Bach con el rey, surgió pues la Ofrenda Musical, BWV 1078 (en castellano, Catálogo de las Obras de Bach). Esta obra es una colección de fugas y cánones escritos todos teniendo como base el tema que el rey le dio a Bach esa noche:
Se ha de decir que el tema es complejo, porque no se presta en absoluto para ser utilizado contrapuntísticamente, por culpa de esa escala cromática descendente del tercer compás y siguientes, que hace muy difícil su armonización. El rey, que sabía algo de música, propuso adrede un tema con dificultad para ser  armonizado como reto de gran dificultad para Bach.
En el ocaso de su vida, Bach quiso dejar una serie de obras que dieran testimonio y sirvieran como modelos de composición para el futuro (o como testimonio de un mundo que intuía que iba a desaparecer). A los compositores de la siguiente generación no les interesaban las fugas y el estilo severo y rebuscado de Bach. Así, El Arte de la Fuga es el «tratado» de Bach en la composición de la forma fugada. De la misma manera, la Ofrenda Musical es el testamento bachiano en lo que respecta a la composición de cánones, y la Misa en Si menor es el legado de Bach en el terreno de la música religiosa de rito católico.

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