miércoles, 15 de mayo de 2013

Ludwig van Beethoven: "Gott! Welch Dunkel hier!", Aria de Florestán en el Acto II de "Fidelio"

Jonas Kaufmann, tenor
Orquesta de la Ópera de Zúrich
Nikolaus Harnoncourt, director


Con Ludwig van Beethoven comienza la desaparición del clasicismo y el principio del romanticismo. Su obra, en líneas generales, muestra la lucha interior del compositor: la pasión, la dinámica, el contraste... elementos que de por sí no son nuevos, pero que en las manos de Beethoven se convertirán en pautas a seguir por el nuevo estilo musical.
Fidelio, la única ópera que compuso Beethoven, relata el intento de Leonore, disfrazada como Fidelio, de entrar en la prisión para poder salvar a Florestán, su marido, o al menos llevarle consuelo. Por tanto es un argumento no sólo alrededor de la lealtad o la fidelidad, sino también de la libertad.
La introducción orquestal al segundo acto describe la espantosa lobreguez en que yace
Florestán, un prisionero político. Sereno y dispuesto a aceptar la voluntad de Dios, canta una hermosa aria (más expresión que melodía cantable) y cree ver un ángel en el rostro de su amada Leonore. Ésta y Rocco bajan las sombrías escaleras.
  


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